
Nuestra Latín American Idol, vuelve a ser noticia, esta vez no por su talento, sino por el mal manejo de su carrera. Ahora resulta que el tema promocional “La Reina de la Noche” de autoria de Willian Luke, no fue grabado en España como su manager (¿?) Luis Alberto Ramírez y ella misma vociferaron, sino aquí mismo en Caracas, específicamente en un estudio llamado Audio Place, ubicado en Bello Monte, donde todavía esperan que el par de dos cancelen las horas de estudio y la producción del tema, que no fue grabado en la madre paria, sino en su misma patria ¿Cuál es la vergüenza? Aquí hay excelentes músicos, estudios y arreglistas.
Lo cierto es que nuevamente los criterios de quien pretende manejar a la joven, la hace equivocarse feo y quedar muy mal parada, primero como mentirosa, y segundo como morosa. Mientras tanto pasan los meses y no pasa nada con la intérprete, que pierde un valioso tiempo entre disfraces, mentiras y malos manejos.
Por cierto aprovecho de notificarles a la cantante y su “manager”, que las ofensas escritas hacia mi persona en su Facebook me resbalan, y dejan evidencia clara y contundente de la miseria y calidad de personas que le acompaña a usted, y con la cual pretende triunfar en el medio artístico internacional. Para ser estrella hay que nacer estrella y usted nació cantante y manejándose de esta forma le será muy difícil salir del foso donde se encuentra.
Si admirar a Lila Morillo como dice su insólito y patético correo en Facebook, me minimiza como ser humano, imagínese entonces lo que significaría admirarla a usted. También la carta dice que ya no manejo a Liz -¡Qué equivocado está! “Señor” Ramírez- yo entré a trabajar allí, tras la fea salida suya por la puerta de atrás, por lamentables situaciones que usted conoce muy bien, y que no vale la pena mencionar. A la novel cantante le repito, todavía está a tiempo de rectificar el camino. Por lo pronto deje las mentiras porque le va a crecer la nariz como pinocho ¿En España? ¡Muerde Aquí!
Lo cierto es que nuevamente los criterios de quien pretende manejar a la joven, la hace equivocarse feo y quedar muy mal parada, primero como mentirosa, y segundo como morosa. Mientras tanto pasan los meses y no pasa nada con la intérprete, que pierde un valioso tiempo entre disfraces, mentiras y malos manejos.
Por cierto aprovecho de notificarles a la cantante y su “manager”, que las ofensas escritas hacia mi persona en su Facebook me resbalan, y dejan evidencia clara y contundente de la miseria y calidad de personas que le acompaña a usted, y con la cual pretende triunfar en el medio artístico internacional. Para ser estrella hay que nacer estrella y usted nació cantante y manejándose de esta forma le será muy difícil salir del foso donde se encuentra.
Si admirar a Lila Morillo como dice su insólito y patético correo en Facebook, me minimiza como ser humano, imagínese entonces lo que significaría admirarla a usted. También la carta dice que ya no manejo a Liz -¡Qué equivocado está! “Señor” Ramírez- yo entré a trabajar allí, tras la fea salida suya por la puerta de atrás, por lamentables situaciones que usted conoce muy bien, y que no vale la pena mencionar. A la novel cantante le repito, todavía está a tiempo de rectificar el camino. Por lo pronto deje las mentiras porque le va a crecer la nariz como pinocho ¿En España? ¡Muerde Aquí!